lunes, 27 de septiembre de 2010

Smashings y algo más

Nata reportando

Entrevista con Rammstein



Debido a causas ajenas a nosotros, estuvimos fuera del aire un par de lunes, pero HOY regresamos. A las 7 PM en www.rockconexion.com.mx 
Mientras les dejo esta entrevista con Rammstein, una banda que definitivamente marcó la década de los 90's.
Además, fueron los encargados de abrir el concierto de Kiss en 1998 en el Foro Sol. Precisamente esta semana regresan Paul, Gene y compañía al Palacio de los Deportes.
 


“Nuestro segundo nombre es escándalo”


Por Arthur Alan Gore
La experiencia no podía resultar, periodísticamente, más tentadora. Charlar durante media hora con dos integrantes de Rammstein, el bajista Oliver Riedel, y el guitarrista paul Landers, a propósito del nuevo disco del combo alemán, titulado Liebe ist für alle da, con el que la banda celebrará 15 años de existencia sobre la tierra. Eso no es sencillo de decir para quien sistemáticamente ha sido objeto de censura a lo largo de su carrera.
Pero cómo no escandalizar cuando el sexo, la violencia y el humor negro han representado la sangre que corre por sus venas. De una mañana lluviosa de miércoles, la buena voluntad de su casa disquera y una accidentada llamada telefónica transoceánica salió la siguiente entrevista exclusiva con Gótica.

La banda viene de disfrutar de un largo descanso, ¿no se les engarrotaron los dedos cuando volvieron a tocar?
PAUL LANDERS: No fue tan largo en realidad; vamos, la gente pensará que estuvimos de ociosos (risas). Es normal que cuando una banda no tiene canciones en la radio y no exhibe un video en la televisión, todos piensen que no están trabajando. Eso no es correcto, porque aunque nos tomamos un año de descanso, llevamos dos años inmersos en el trabajo de este nuevo álbum, por lo que te puedo asegurar que somos una banda muy trabajadora (risas).
OLIVER RIEDEL: Nunca pensamos que en el sexto álbum pudiéramos superarnos, la verdad, pero estamos satisfechos con lo que logramos.

Supe que para la grabación de este álbum se enclaustraron en una granja de California mayoritariamente rodeada de ancianos, ¿cómo encontró una banda metalera inspiración en un sitio de esta naturaleza?
PL: Sí, los estuvimos viviendo en una zona californiana de viñas, poblada casi toda por gente jubilada. ¡Fue muy aburrido! Lo bueno es que eso nos permitió concentrarnos en la música y así, los procesos fluyeron. Imagínate lo complicado que hubiera sido de otra forma: ¡Teníamos 50 canciones y debíamos quedarnos con menos de 20!
OR: Fue difícil porque nunca supimos si las ideas que teníamos eran buenas o malas, pero el productor nos ayudó bastante a decidir.

Y en una zona de viñas supongo que el vino les ayudó a escribir...
OR: ¡Claro! Hubo un tema (Roter sand –arena roja) que compusimos entre todos, después de acabarnos varias botellas. La música y la letra estuvieron listas en menos de diez minutos.

O sea que aunque llevan 15 años como banda no están unidos por el dinero, ¿todavía disfrutan parrandear juntos?
PL: Obviamente, porque cuando estamos trabajando nos vemos más entre nosotros que al resto de las familias. Hay grupitos dentro de la banda, que suelen verse después de trabajar. Ya casi no estamos los seis juntos como antes, pero nos queremos mucho.

Recuerdo excelentes momentos de Rammstein, como cuando Till (cantante) y Fleke (tecladista) fueron arrestados en Massachussetts, después de realizar su famoso acto de sadomasoquismo en Bück dich... Pienso en la próxima gira, ¿es que nunca se acaban las ideas?
OR: Seguramente habrá pirotecnia, luces y mucho ruido (risas).
PL: Tienes razón, cada vez es más complicado diseñar los conciertos. Siempre nos preguntamos ¿y ahora qué carajo haremos para llamar la atención? Todavía no sabemos qué haremos pero somos optimistas en no repetirnos.

Pocas bandas han sido tan censuradas como ustedes, al grado de que el gobierno alemán estuvo a punto de clasificar sus discos como material peligroso para la juventud. ¿Esa vocación por escandalizar es natural o premeditada?
PL: Así somos desde hace 15 años y nadie puede hacer algo por tanto tiempo sin que le guste. No sabemos trabajar de otra forma, a veces hasta hay que contenernos en lo que queremos o decir, para que la gente no diga que estamos locos. Nuestro apellido es “Escándalo”.
OL: Sólo nos fastidian cuando sacan una canción de la radio o un video de la tele.

Los han acusado de todo: de nazis, de pervertidos sexuales y hasta de terroristas (para mala suerte de Rammstein, el video de la canción Ich will fue estrenado un día antes del 11 de septembre de 2001 y en él, los músicos se caracterizaron como terroristas), ¿cuál de todas esas acusaciones ha sido la más absurda?
PL: Que nuestros conciertos son aburridos.

Le han escrito canciones a casi todas las perversiones, desde el incesto a la necrofilia, ¿es que Rammstein nunca hará una canción romántica?
OR: Oye, nosotros hablamos bastante de amor, pero lo hacemos del lado oscuro.

¿Han escrito muchas canciones sobre sexo para el nuevo álbum (el primer sencillo se llama Pussy y su video es un auténtica película porno)?
OR: Claro, porque el sexo motiva la reproducción y ése es el origen de la raza humana.
PL: Sí, es verdad. En nuestras canciones exploramos mucho más el lado oscuro del ser humano, las perversiones, el sexo, la violencia y el enojo con la vida. No sé porqué sea así, pero tampoco lo cuestionamos.

¿Pero hasta ustedes han de tener algo con lo que no se atreven a meterse?
PL: Los noticieros son más crueles que nosotros (risas). Quizá nunca cantaríamos que nuestros fans le peguen a la policía (risas), eso sí es muy tonto. Nosotros decimos decimos cosas espantosas en nuestras canciones no para que le cause asco a la gente, sino porque a nosotros nos atrae lo espantoso.

¿Qué significan los premios, Grammy, MTV, etc, para un grupo que ya tiene hasta un planeta baurtizado en su honor (110393) Rammstein es un asteroide bautizado así en honor a la banda. Fue descubierto por el astrónomo francés Jean-Claude Merlin)?
OL: (Risas) Hemos platicado sobre ello, pero al final creo que el mejor premio es cuando termina un concierto y la gente grita “otra, otra”. No hay forma de que los obligues a hacerlo o manipules su opinión.


Publicada en Gótica