lunes, 23 de agosto de 2010

Lista programa No. 4

Vicente, de Marvin, no puso acompañarnos, por desgracia, pero prometió sacarse la espina.




Un desperfecto técnico nos sacó del aire, pero aquí la lista de rolas que pusimos ayer...
Smashing Pumkins - Bullet with Butterfly Wings
Zurdok - Si me advertí
Babasónicos - Montañas de agua
Héroes del Silencio - Hechizo
Coda - Tócame
London After Midnight - Sacrifice
Botellita de Jerez - Forjando Patria
Nine Inch Nails - Closer

Hasta el próximo lunes,

Hoy

Vicente Jáuregui, de la Revista Marvin.
7 PM

viernes, 20 de agosto de 2010

La democracia en China




Por Arthur Alan Gore

Cumplí 30 años de la mano de Axl Rose y Kurt Cobain. Desde que estaba en la secundaria, escuché hablar del Chinese Democracy. La leyenda de ese disco me acompañó durante la preparatoria y la Universidad. Se extendió más allá, hasta que comencé a escribir críticas de discos y reseñas de conciertos en las revistas que antes compraba cuando iba a la escuela y apenas me alcanzaba para pagarme los camiones.
Me hacía reír la cantidad de músicos que entraban y salían de Guns N’ Roses, los productores que trabajan en su grabación y los millones de dólares que se derrochaban en el camino. Pensaba, aunque no conscientemente, que mientras ese álbum no saliera al mercado yo sería eternamente joven. A veces, cuando en una revista extranjera o un portal de Internet se publicaba alguna noticia referente a la Democracia China, sonreía para mis adentros. Qué lejanos parecían aquellos días en que Axil incendiaba el escenario junto a Slash, Duff, Matt y Gilby.
Pero vaya, el vocalista había decidido bautizar el disco con algo que en la realidad política tampoco parecía ser posible: el establecimiento de un régimen democrático en la China imperial y comunista.
Y, un día, hubo Olimpiadas en China.
Y, una mañana de noviembre, Chinese Democracy apareció en las tiendas. Habían pasado más de 13 años desde que se comenzó a grabar y en el camino yo me volví padre, se me comenzó a caer el cabello y, por si fuera poco, de reportero musical pasé a ser manager de una banda de rock.
Ese día me deprimí profundamente. La disquera me envió el disco a mi oficina, para que lo reseñara. Yo lo puse en el estéreo del carro de regreso a mi casa.
Mi vida podría dividirse en AC y DC, Antes de Cobain y Después de Cobain, y no porque en realidad crea que Nirvana haya sido una banda tan importante. Lo fue para mí en la medida que Kurt Cobain fue mi primer y más genuino héroe musical. El último.
Cuando supe de él por vez primera, cumplía apenas 15. Mi primo, el Perro, con quien formé mi primera banda de covers, me llevó a casa de Santi, su amigo español. El gachupín tenía un desmadre en su habitación y aunque intenté no pisar nada mientras la atravesábamos para ubicarnos en algún rincón a escuchar música y fumar a escondidas, terminé por hacer crujir la carátula de un disco compacto, en medio de ese amontonadero de ropa sucia, cartuchos de videojuegos y envolturas de golosinas que Santi, un tipo narigón y amanerado, orgullosamente acumulaba en el piso.
En la portada del disco un bebé desnudo perseguía un billete de un dólar atado a un anzuelo de pesca.
Kurt se volvió mi obsesión. Me aprendí todas las canciones de Nirvana y hasta recorté cuanta madre salía sobre la banda en periódicos y revistas. Eran tiempos sin Internet y en ese sentido, la profesión de fan aún guardaba cierto encanto artesanal.
Cuando me acerqué a platicar con Jane y las Mystica, ella me extendió un papel donde había anotado su correo electrónico. Siempre supe que el “kurt”  que hay en su ID antes de la arroba se refería a Kurt Cobain.
Algo había de carácter divino en todas las señales.
Cuando cumplí 30, las canciones de Nirvana me tocaron el corazón. El tipo a quien admiré se había quedado atrás. Se murió a una edad que incluso era tres años menos a la que yo tenía en este momento.
El rock es un asunto complicado cuando todo a tu alrededor tiene que ver con él.
Hoy Axl es un señor fofo y amargado y Kurt descansa ya varios metros bajo tierra. O bajo agua, porque según sé esparcieron sus cenizas en el Wishka.
Y la democracia no ha llegado a China.

Lunes 23 de agosto: Marvin

En cabina: Vicente Jáuregui, director de la revista Marvin. 19 hrs por www.rockconexion.com.mx

Nuestro primer invitado

Jaime Chávez de El Clan fue nuestro primer invitado en cabina. Estas fueron las rolas que programó y algunas fotografías:

Con Jaime Chávez.


Paco Zamudio, nuestro productor.

Los tres franeleros en el primer programa.

Las rolas llevadas por Jaime:

Youth gone wild /Skid Row 1989
Dead man walking/ David Bowie 1997
Ashes to ashes/ Faith No More 1997
Mirror to my woman´s mind/ Peter Murphy 1995
Burn/ The Cure 1994
March of the pigs/ Nine Inch Nails 1994

Bienvenidos sean...

¿De qué se trata el Show de la Franela?
De tres treintañeros que no se hayan en los 80's ni en los 2 miles, que se quedaron atrapados en una década en la se usaban botas industriales, jeans rotos (por el uso) y camisas de franela amarradas en la cintura...

Estos son los requisitos para escucharnos:
Requisitos:
• Sentir un lazo emocional con los 90’s. Preferentemente treintañeros, aunque la convocatoria está abierta a personas más viejas o más jóvenes que no se “hallan” con la programación de la radio actual.
• Experimentar una nostalgia incurable por la música, la facha y la ideología (si es que la hubo) relacionada con esa época.
• Haber llorado cuando se murió Kurt Cobain.
• Haber utilizado cuando menos una camisa de franela, unas notas industriales y unos pantalones rotos. Indispensable que se hayan roto por el uso.
• Saberse la coreografía de La Macarena (aunque la odiemos).
• Ocultar una colección de cassettes en algún lugar de tu casa (si no sabes que es un cassette, abstente de responder a esta convocatoria).
• Haber asistido a un concierto de Serpiente Sobre Ruedas en el Estadio Universitario, haber pagado con un kilo de arroz o frijol y haberse puesto un pasamontañas mientras se alzaba el puño a los cielos (¡Zapata vive!).
• Saber qué es Rockotiltlán, La Diabla, Rock Stock y Fixión.
• Haberse sacado de onda cuando la gente comenzó a tener e-mail, y necesitar de la ayuda de alguien cuando se abrió la primer cuenta.
• Haber sido grupi de alguna banda, aunque hoy en día se una gorda, fodonga y con dos hijos en la primaria.
• Emborracharse, cuando menos una vez en la vida, escuchando canciones de Caifanes (no confundir con Jaguares).

Mil gracias,
Nata, El Cake y Arthur