jueves, 14 de octubre de 2010

Los Noventas: década de transición.

por el Cake

Hace unos años, no muchos, en los medios, se comenzó a dar una propensión  por revivir las tendencias de los años ochentas que influyeron en la juventud de esa década. Todos se acordaban que de Timbiriche, de Quinceañera, las tarjetitas Garbage, los Top Siders, los tenis Panam… y de golpe, los ochentas se pusieron de moda. Aparecieron listas de las canciones más importantes en inglés y español; de programas, de novelas y mil cosas más. Hasta cierto punto, para las generaciones más jóvenes, era fácil dejarse seducir por esta tendencia retro-ochentera, por la nostalgia y por los recuerdos borrosos que se tenían de esa década.
Pero para quienes vamos entrando en los treintas nuestra década de desarrollo, de personalidad, de gustos propios, de eventos que recordamos con más claridad, son los noventas. Esto lo comencé a reflexionar justo cuando se dio el furor ochentero, en pláticas con familiares y amigos que fueron adolescentes en esa década.  Cosas que charlaban se me hacían conocidas. Algunas referenciales. Pero comprendí que sus ochentas, son mis noventas. Es la época de la secu y la universidad. Del reconocimiento del cuerpo propio y de la pareja. Del cigarro, la chela, el licor barato. De los antros; de los conciertos de rock. De las cascaritas y los tochitos. De las madrizas colectivas…
Hoy día los noventas han regresado de la misma manera en que hace un par de años volvieron los ochentas. Pero es extraño. Los noventeros tenemos un problema: por un lado tenemos las reminiscencias de los ochentas, pero entendemos el choque y conquista generacional de los  dos mil. Los Noventas fueron una década de transición donde muchas artes se comenzaron a reinterpretar. También los aspectos poco creativos tienen su participación. Los grupos plásticos y su música, sin perder la superficialidad, la simpleza, lograron llegar al público de otras maneras con propuestas raras o poco ortodoxas para como lo venían haciendo.
En fin, en los noventas ocurrieron muchos cambios. Aparecieron tendencias artísticas mestizas que hicieron su aporte al mundo aunque exista quien niega esta aseveración. Hoy día podremos revivir momentos de esta década gracias a las tecnologías que devoran cada vez más rápido al tiempo. Así que compartamos nuestras vivencias noventeras  al tiempo que subimos el volumen de nuestros reproductores de música, en los autos o los peseros; en las oficinas o en nuestros hogares, para dejar nuestra huella adolescente en el  libro del tiempo.

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